Ramadán

Hoy os contamos en qué consiste el Ramadán, un mes sagrado para los musulmanes en todo el mundo, ya que es una religión predominante en muchos de los destinos con los que Cooperating Volunteers colabora.

El origen del nombre, procede de la raíz árabe ‘ar-ramad’ que significa calor abrasador. Los musulmanes creen que en el año 610 d.C., el ángel Gabriel se apareció al Profeta Mahoma y le reveló el Corán, esa revelación (Laylat Al Qadar ’noche del poder’) ocurrió durante el Ramadán.

El Ramadán se celebra durante el noveno mes del calendario islámico lunar y el inicio fluctúa ya que sigue las fases de la luna, comenzando al día siguiente de la luna creciente. Este año, ha comenzado el 10 de marzo con una super luna nueva especial, y terminará el próximo 10 de abril.

Durante este mes, los musulmanes practicantes realizan el ayuno diario desde el amanecer hasta el atardecer, absteniéndose de comer, beber, fumar y tener relaciones sexuales, exceptuando las personas enfermas, embarazadas, de viaje, ancianas o con la menstruación. Los días de ayuno perdidos pueden recuperarse a lo largo del año. El desayuno previo al amanecer (‘suhoor’) tiene lugar sobre las 4:00hs antes de la primera oración del día, y la comida de la noche (‘iftar’) comienza una vez que la oración del atardecer ha terminado, sobre las 19.30hs.

Este acto de ayuno es uno de los cinco pilares del islam y es una forma de purificación espiritual, autocontrol y solidaridad con los menos afortunados.

Además del ayuno, el Ramadán es un mes de reflexión, oración y caridad. Los musulmanes buscan acercarse a Dios a través de la lectura del Corán, la realización de oraciones especiales llamadas Tarawih y la realización de actos de caridad y bondad hacia los demás. Durante este mes, se fomenta la generosidad, la compasión y la solidaridad con los más necesitados, lo que refuerza los lazos comunitarios y promueve la empatía y la comprensión entre las personas.

El final del Ramadán se celebra con la festividad de Eid al-Fitr, que marca el fin del ayuno y es un momento de alegría, reunión familiar y celebración. Durante esta festividad, los musulmanes se visten con sus mejores ropas, asisten a la oración especial de Eid en la mezquita y comparten comidas festivas con sus seres queridos. También es tradición dar limosnas a los pobres y necesitados como una forma de purificación y agradecimiento por haber completado con éxito el mes de ayuno.

En resumen, el Ramadán es un mes de espiritualidad, sacrificio, solidaridad y celebración para los musulmanes de todo el mundo. A través del ayuno, la oración y la caridad, los musulmanes buscan fortalecer su fe, purificar sus almas y acercarse a Dios, fomentando los valores de la compasión, la empatía y la unidad entre las personas.

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