El impacto continúa cuando termina el viaje
Cuando una persona se embarca en una experiencia de voluntariado internacional, suele imaginar cómo será la llegada, el choque cultural, el proyecto y la convivencia con otras personas/compañeros y comunidades locales. Pero hay una parte del viaje de la que casi nadie habla… la vuelta a casa.
Volver a casa después de una experiencia así no es simplemente deshacer la maleta: es regresar con otra mirada, con nuevas preguntas y, en muchos casos, con la sensación de que no quieres que todo quede en un bonito recuerdo, para poder seguir contribuyendo aunque sea en la distancia. Y ese es nuestro lema.
En Cooperating Volunteers, hemos acompañado a miles de personas que, tras su proyecto, sienten lo mismo: “No quiero que esto termine aquí.”
Y por eso con la creación de nuestra ONG, Cooperating NGO hacemos posible que tu experiencia no se quede en un mero viaje.
Por eso hoy queremos hablar de ese después del voluntariado y cómo seguir generando impacto incluso cuando el viaje ya ha terminado.
El retorno emocional: cuando el corazón sigue allí
Muchas personas describen el regreso como un pequeño “choque de realidad”.
Vuelves a tu rutina, pero han cambiado muchas cosas. Porque quizás, las cosas que antes parecían grandes problemas, ahora no lo son tanto, descubres que lo más valioso no es lo material, si no, lo vivido y sientes una fuerte conexión con una cultura y comunidad que ahora forma parte de tu historia.
Si alguna vez has vivido la experiencia del voluntariado, ya sabes de lo que te hablamos.
Y entonces surge la pregunta… ¿Cómo mantengo vivo todo esto?
¿Se puede seguir ayudando desde casa? Sí, siempre.
El voluntariado no termina cuando te despides del proyecto. Existen muchas formas de continuar aportando desde casa, de manera sencilla y accesible. Y aquí te dejamos algunas de nuestras vías:
1. Difunde lo que has vivido
Contar tu experiencia es una forma poderosa de inspirar a otras personas a involucrarse, y a animarlas para vivir esta experiencia que a veces da un poco de miedo porque nos obliga a salir de nuestra zona de confort.
Puedes compartir fotos, vídeos y reflexiones en tus redes sociales, dar una charla en tu escuela, universidad o empresa y escribir un blog o artículo sobre lo aprendido. Tu historia compartida puede marcar la diferencia para alguien que no se decide a ‘lanzarse a la piscina’.
2. Apadrina, dona o colabora con el proyecto que conociste
Muchas veces, pequeñas aportaciones económicas impactan enormemente en los proyectos locales: comprar material escolar, apoyar una beca, ayudar en el mantenimiento de un centro…
Desde Cooperating NGO lanzamos diferentes iniciativas para que tu viaje sea duradero en el tiempo, y tu impacto sea REAL.
3. Crea iniciativas desde tu comunidad
Algunas personas han organizado diferentes retos a través de la plataforma migranodearena, con la intención de recaudar fondos para distintas causas: desde la construcción de un colegio, hasta cosas tan sencillas como poder celebrar un cumpleaños.
Además muchos participantes han creado distintas iniciativas como mercadillos solidarios, cursas benéficas y recogida de material escolar o sanitario.
4. Mantén el vínculo
Hoy en día, gracias a las edes, es fácil seguir en contacto con el equipo y la comunidad con la que conviviste. Esa conexión no es solo emocional, también puede convertirse en apoyo mutuo, aprendizaje cultural o incluso encuentros futuros.
Del voluntariado al propósito de vida
Algo maravilloso ocurre tras la experiencia de voluntariado: muchas personas descubren que quieren orientar su vida de forma más consciente, solidaria y coherente con sus valores.
Algunos habéis decidido que queréis:
- Estudiar o trabajar en cooperación, educación, salud o sostenibilidad.
- Cambiar de trabajo buscando empleos con valores.
- Emprender proyectos propios con impacto social.
Porque el voluntariado no solo ayuda a cambiar el mundo. Te transforma a ti también.
Entonces… ¿qué pasa después del voluntariado?
Pasa que el viaje no termina. Se transforma.
Pasa que descubres que puedes seguir ayudando aunque estés lejos.
Pasa que la persona que eras antes ya no es la misma.
Y lo más importante: pasa que ahora tienes el poder de seguir creando cambio desde donde estés.